Granadas

Las granadas son una fruta con gran poder antioxidante que puede contribuir a prevenir cáncer y enfermedades degenerativas. Incluso posee hasta tres veces más antioxidantes que el té verde. No tenemos muchos árboles por lo que estarán poco tiempo activas, pero las unidades que enviamos serán una selección de las mejores 🙂

Características de las granadas

La granada es una fruta redonda, del tamaño de una manzana pequeña, con una cáscara dura y resistente. Su color puede variar desde un rojo intenso hasta un rosado suave, dependiendo de la variedad. La piel de la granada es gruesa y ligeramente rugosa, lo que le da una apariencia distintiva.

Al abrir una granada, se revela su interior lleno de pequeñas bolsas llamadas arilos. Estos arilos son de color rojo y están repletos de jugo dulce y refrescante. Cada arilo contiene una pequeña semilla comestible, que puede ser dura o blanda dependiendo de la variedad de granada.

Las semillas de granada son lo que hace que esta fruta sea tan especial. Son una fuente concentrada de antioxidantes, que ayudan a combatir los radicales libres en nuestro cuerpo. Además, la granada es rica en vitamina C, vitamina K y fibra, lo que la convierte en un alimento muy nutritivo

Cómo recibirás las granadas de la Huerta de Pancha

Nuestras granadas son recolectados en su punto más óptimo. Este punto, en el caso de la granada no coincide con el punto de maduración. Es decir, hay que esperar algunos días para poder consumirlas. Estas granadas mantienen todo su sabor natural al no pasar por cámaras de frío.

Para el empaquetado, utilizamos cajas de cartón 100 % reciclables y siempre intentamos que vayan lo mejor protegidos posibles para evitar que puedan sufrir daños durante el transporte. Buscamos la calidad para el consumidor.

Cómo se comen las granadas

Esta fruta se consume generalmente al natural. Se puede comer en grano y combina muy bien con otros sabores, tanto dulces como salados. Está deliciosa en macedonia con otras frutas o en ensaladas pues enriquece con su sabor, aportando también color y frescura

Para poder extraer los granos sin dañarlos existen dos técnicas: la más habitual consiste en cortar un trozo en forma de cuña de la parte superior de la fruta, lo que se conoce como la flor. A continuación sostener la fruta encima de un recipiente y, ejerciendo una ligera presión partirla en dos; al hacerlo suelen caer casi todos los granos. Es conveniente eliminar los fragmentos de la membrana interior porque aportan sabor amargo. Otro método eficaz, aunque algo más laborioso es cortar los dos polos (el de la base y el de la flor), marcar con ayuda de un cuchillo unas hendiduras de arriba abajo, de manera similar a como se hace con las naranjas al pelarlas. Por último, se desligan los gajos de su piel y cogemos los trozos cortados y los ponemos sobre nuestra mano. Con una cuchara de madera, vamos golpeando la cáscara y observaremos cómo se desprenden los granos que irán cayendo sobre el recipiente que previamente habremos colocado.

Cómo se conservan las granadas

Por regla general, las granadas, antes de abrirlas, se conservan en perfectas condiciones para su consumo durante varias semanas a temperatura ambiente, siempre que las mantengamos en un lugar seco y sin exposición directa al sol. Si por el contrario ya la hemos desgranado, pondremos los granos en una bolsa de plástico o en un recipiente hermético para consumirlos como máximo en 5 días.

Si se pretende conservar esta fruta fresca durante uno o dos meses, entonces es recomendable guardarlas sin golpes y enteras en el frigorífico, preferiblemente en el compartimento de frutas y verduras.

Finalmente, también se puede optar para congelar los granos. Simplemente hay que asegurarse que éstos están bien limpios y  secos antes de ponerlos en una bolsa dentro del congelador. De esta forma los granos se conservarán frescos hasta 6 meses. Para descongelar las semillas, colocar la bolsa en el frigorífico hasta que esté completamente descongelada. Las semillas estarán menos crujientes y jugosas pero se pueden utilizar en recetas y zumos con total seguridad. Una vez descongeladas consumir durante los tres días siguientes y nunca volver a congelar