Las cebollas blancas de la Huerta de Pancha son sabrosas, de tallo largo y elegantes. Solo vendemos cebollas frescas cultivadas de forma ecológica en nuestras tierras de labor. Crecen de manera natural al aire libre, en los cultivos de la Huerta en la vega del Río Algarrobo, corazón de la comarca de la Axarquía.
Características de la cebolla blanca de nuestra huerta
Las cebollas blancas de la Huerta de Pancha se caracterizan por ser verduras de gran tamaño, que oscila entre los 300 y los 500 gramos. Además, se puede aprovechar todo el producto, incluso las hojas, para dar sabor a diferentes platos.
Es tierna y sabrosa, de textura crujiente. También aportan mucho frescor, lo que hace que sean cebollas perfectas para guisos, ensaladas, gazpacho y guacamole.
Enviamos las cebollas en temporada, siempre recién recolectadas, listas para consumir. Son productos de larga duración, por lo que no es necesario meterlas en la nevera.
Desde Huerta de Pancha, recomendamos consumir primero el tallo, ya que es la parte de la cebolla que primero se estropea. Se puede saltear, para revueltos, picar en ensaladas y dar sabor a guisos o caldos. En definitiva, para aportar el frescor de nuestras cebollas blancas a cualquier plato, tanto frío como caliente.
¿Qué tipos de cebollas existen?
Existen hasta ocho variedades de cebollas diferentes, y a continuación te explicamos cuáles son las características de cada una de ellas.
La cebolla amarilla es la cebolla normal, perfecta para guisar y muy potente para comer en crudo. Además, es la que más cantidad de azúcar tiene.
De la cebolla morada destacan el color de su piel y las suaves líneas moradas que tiene en su interior. Se come cruda, en platos como ensaladas, guacamole, ceviches o encurtidos.
La cebolla blanca es una cebolla muy suave. Se utiliza para salsas y sofritos, y en general para platos que necesitan una rápida cocción de esta hortaliza: cede rápido al calor.
La cebolla dulce es una variedad de cebolla muy suave para consumir en crudo, y es perfecta para algunos platos calientes como aros de cebolla o sofritos.
La cebolla francesa es de pequeño tamaño, y se suele consumir asada o caramelizada. En España, es la variedad más usada en hostelería, y se sirve como guarnición.
La chalota es una cebolla similar al ajo, debido a su tamaño y a su sabor picante con toques dulces. Se puede tomar de diferentes formas, destacando su incorporación a platos crudos.
La cebolleta es más suave que la cebolla amarilla, debe conservarse en el frigorífico y es perfecta para cualquier plato que lleve cebolla, especialmente los platos fríos.
Los calçots o cebollas catalanas son un tipo de cebolla proveniente de la cebolla blanca. Su forma es similar a un puerro, y se suele consumir asada, untada en una salsa elaborada.
El cebollino no se utiliza como cebolla, sino como hierba aromática debido a sus hojas tiernas. Acompaña bien todo tipo de platos.
Cómo recibirás la cebolla de la Huerta de Pancha
Nuestra cebolla se recolecta de nuestra huerta en su punto más óptimo. Para el empaquetado utilizamos cajas de cartón 100% reciclable y colocamos las cebollas con barreras evitando así que sufra daños durante el transporte. Nuestra cebolla está lista para consumir (ready to eat) y mantiene toda su frescura y sabor natural al no pasar por cámaras de frío antes de que llegue a casa.
Cultivos de cebollas de la Axarquía
El cultivo de este tipo de cebollas se realiza en la vega del Río Algarrobo, en el corazón de la comarca de la Axarquía.
La parte más importante de las cebollas durante su cultivo es el bulbo, que crece bajo tierra, y recibe los nutrientes necesarios para alimentar toda la planta. En La Huerta de Pancha cultivamos nuestras cebollas con las semillas de las cebollas de cultivos anteriores, por lo que repetimos el ciclo año tras año, después de la cosecha.
Para el correcto cultivo de las cebollas blancas de la Axarquía, elegimos el mejor terreno para que el crecimiento de las cebollas sea óptimo, siendo necesario que la estructura del suelo sea fina y firme. Realizamos la siembra en semilleros para el posterior trasplante, proceso que hacemos siempre de manera manual.
La limpieza de malas hierbas se denomina escarda, y debe hacerse constantemente; estamos pendientes de las malas hierbas para evitar que invadan el terreno de cultivo de nuestras cebollas.
En cuanto al riego de estos cultivos, se realiza con mayor frecuencia y en menor cantidad, puesto que las cebollas no toleran el exceso de humedad.
La recolección de cebollas se hace manualmente: arrancamos las plantas directamente de la tierra, y se dejan sobre ella durante unos tres días, para que se sequen de manera natural. Cuidamos el proceso de secado de las cebollas, estamos pendientes de hacerlo durante días de tiempo estable y sin lluvias, y realizamos también tareas de volteado de las cebollas para que el secado se realice de forma homogénea por toda la planta.
¿Para qué utilizar la cebolla blanca?
Al haber tantas variedades de cebolla, no todas van bien para los mismos tipos de preparados. En el caso de la cebolla blanca, es perfecta para preparar sofritos. Sin embargo, eso no significa que no puedas utilizarla para otro tipo de platos.
¿Cómo conservar la cebolla?
En general se recomienda colocar la cebolla entera en un espacio ventilado y con poca humedad, evitando en la medida de lo posible colocarlas cerca de las patatas. Otra opción es refrigerarlas para mantenerlas frescas hasta por 15 días más.
En el caso de haberla ya cortado, puedes llevarla a tu nevera en un recipiente hermético de vidrio, de forma que se conservarán frescas algunos días más.
Propiedades de la cebolla blanca
La cebolla blanca es un alimento con nulo aporte graso y pocas calorías. También es baja en azúcar, y por todo ello es un alimento perfecto para complementar cualquier tipo de plato.
Tiene alto contenido en vitaminas de tipo A, B y C, lo que la hace un remedio casero para tratar enfermedades respiratorias y nerviosas.
Entre las propiedades más importantes de la cebolla blanca, destaca su poder estimulante para las funciones del hígado, el páncreas y la vesícula.
¿Cómo se corta la cebolla?
Aquí encontrarás algunas sugerencias para la manipulación y troceado de nuestras cebollas con la intención de facilitar la tarea, lo que no podemos evitar que por su frescura, nuestras cebollas te hagan llorar “de felicidad” en el proceso. La cebolla se puede cortar en julianas, picadas y en rodajas. Para cortar la cebolla se aconseja utilizar una tabla de plástico porque la tabla madera se impregna demasiado con su característico olor.
Para cortarla picada, primero limpiamos muy bien la cebolla cortando los polos y retirando las capas exteriores, pero dejando el nudo. Después, cortamos la cebolla por la mitad. En cada una de las mitades damos cortes paralelos, aprovechando la dirección natural de la fibra de la cebolla, pero sin llegar hasta el final para que la mitad de la cebolla permanezca formando una sola pieza. A continuación, giramos la cebolla a 90º y damos cortes paralelos a la mesa, con mucho cuidado y también sin llegar hasta el final. Por último, solo nos falta dar cortes en la última dirección, de arriba abajo para obtener unos daditos pequeños.
Para cortarla en julianas, existe un novedoso truco que hará que te resulte mucho más fácil. Para ello solo necesitarás un pelador y un tenedor. El pelador nos permite sacar láminas muy finas de casi cualquier alimento. En primer lugar, le quitamos las capas exteriores cortando los polos dejando el nudo, tal y como lo hemos explicado en el caso anterior. Una vez la tenemos lista, clavamos el tenedor en el centro de la cebolla, para así poderla mantener sujeta, y pasar el pelador una y otra vez hacia adelante y hacia atrás.
Siempre las pido en todos mis pedidos
Genial
Son buenas pero para mi gusto demasiado grandes
Muy buenas, nada fuertes.
Cebollas suaves. Se puede comer hasta el tallo