Las frutas de verano son aquellas que, tradicionalmente, solo se encuentran durante esta época del año. A día de hoy, es habitual encontrar todo tipo de frutas durante todo el año, pero los consumidores habituales coinciden en que el “sabor de siempre” de las frutas de verano tan solo aparece en esta época del año.
Son frutas de verano las que, de forma natural, se cultivan durante el verano porque su cultivo requiere un clima caluroso. Son, en definitiva, las que están en su periodo de madurez y disponibilidad natural durante el verano.
La importancia de consumir frutas y verduras de temporada
Consumir frutas y verduras de temporada es mucho más beneficioso que consumirlas fuera de temporada, tanto para nuestra salud, como para nuestra economía, llegando a serlo también para el medioambiente y los agricultores.
En primer lugar, los nutrientes y el sabor de la fruta y verdura se potencian cuando se consumen en temporada. Esto se debe a que son frutas y verduras frescas y recién cosechadas, por lo que son mucho más sabrosas y conservan mejor todas sus propiedades.
Además, esto beneficia a los agricultores en perjuicio de los grandes hipermercados: consumiendo frutas y verduras de temporada ayudas a la economía local.
Por último, cabe destacar el ahorro que obtenemos cuando consumimos frutas y verduras de temporada. Dicho ahorro es debido a la ley de la oferta y la demanda. Al estar en temporada, hay muchísima más producción que cuando un alimento está fuera de su temporada. Por eso, el precio es más bajo; ocurre lo contrario cuando un producto está fuera de temporada: hay menos producción y, por tanto, menos ejemplares, lo que conlleva a un encarecimiento de los mismos.
Características de las frutas de verano
Las frutas de verano se caracterizan por ser sabrosas y jugosas. Son ideales para combatir el calor y mantenernos hidratados durante esta época del año.
La mayoría de las frutas de verano, como la sandía, el melón, las fresas y los albaricoques, tienen un alto contenido de agua. Esto hace que sean alimentos muy refrescantes, ayudando a mantenernos hidratados.
También destacan por su textura jugosa y crujiente. En cuanto a sus colores, las frutas del verano suelen ser coloridas y vibrantes, lo que las hace atractivas y nos proporciona una sensación de frescura y vitalidad inigualable.
Por último, cabe destacar que las frutas de verano también son una excelente fuente de vitaminas, minerales y antioxidantes, lo que las convierte en una opción saludable para incorporar en nuestra dieta durante la temporada.
Frutas de verano
Las frutas de verano pueden variar en función del clima. Esto se debe a que algunas frutas necesitan temperaturas muy altas para llegar a su punto de madurez óptimo; en regiones en las que las temperaturas no llegan tan alto, esas frutas no se pueden desarrollar del todo bien.
Por eso, en este artículo nos hemos centrado en las frutas y verduras de verano en España. Son las siguientes.
Sandía
La sandía es una de las frutas de verano por excelencia. Destaca por su alto contenido de agua, y por ser una de las frutas más sabrosas del verano. Se conoce esta fruta por su pulpa de color rojizo y jugosa.
La forma de consumo más habitual es en crudo, en rodajas, cuartos o en bolas. Sin embargo, también es habitual utilizarla para hacer platos cocinados, como el gazpacho de sandía.
Melón
La otra gran fruta del verano es el melón. Al igual que la sandía, es una fruta grande, con alto contenido en agua y con un sabor muy potente.
También se consume en frío, en ocasiones acompañado de jamón; y también es habitual encontrar cremas de melón en restaurantes de toda España. Es un fuerte como postre, que se consume crudo y en rodajas.
Fresas
Las fresas son frutas pequeñas, que forman parte de los conocidos como “frutos rojos” o “frutas del bosque”. Se caracterizan por su fuerte color rojo, su sabor intenso y dulce y, sobre todo, su jugosidad.
Las fresas se consumen en crudo, pero suelen acompañarse con nata montada, con azúcar o con leche. También es habitual hacer salsas, en las que se utilizan otros frutos rojos, mermeladas o incluso gazpachos de fresas.
Melocotón
El melocotón es una jugosa y sabrosa fruta de verano. Cuenta con una piel suave y una textura interior muy jugosa. Además, como el resto de frutas del verano, tienen un alto contenido en agua.
El melocotón se suele comer crudo, y generalmente sin piel o con la piel lavada.
Aguacate
Los aguacates son una fruta que se puede disfrutar durante prácticamente todo el año, debido a que cada variedad tiene una temporalidad diferente, y se van repartiendo a lo largo del año.
Se trata de una fruta con piel rugosa y pulpa suave, generalmente de color verde oscuro y amarillo pálido, respectivamente. Se suele comer crudo con un poco de aceite de oliva, o bien en guacamole.
Lichi
Los lichis son otra fruta de verano. En este caso, es una fruta exótica, con un aspecto similar a la fresa. Su principal diferencia con esta fruta es que la piel no es comestible.